¿Por qué la norma del Índice de Masa Corporal (IMC) podría estar en camino a la obsolescencia ? Aunque el IMC sigue siendo ampliamente utilizado como una herramienta principal para evaluar el estado de salud, un creciente número de expertos argumentan que este índice podría estar llegando al final de su utilidad. Surgido en el siglo XIX por el estadístico Adolphe Quetelet, el IMC estaba destinado originalmente a clasificar poblaciones, no a medir la salud individual.
Entender la historia y uso del IMC
Los orígenes históricos del IMC
En 1832, Quetelet introdujo el IMC durante un período en que los estudios se centraban principalmente en una población homogénea: hombres blancos de mediana edad. Este contexto histórico plantea cuestiones sobre la relevancia actual del IMC frente a la diversidad étnica y corporal que caracteriza a las sociedades modernas.
Criterio de cálculo y normas
El cálculo del IMC se realiza mediante la siguiente fórmula : IMC = peso (kg) / altura² (m²). Los criterios definen un IMC normal entre 18,5 y 24,9. Cualquier valor inferior o superior a estos números suele estar asociado con riesgos para la salud. Sin embargo, esta medida no considera la composición corporal. Por ejemplo, los deportistas pueden tener un alto IMC debido a su masa muscular sin estar necesariamente sobrepeso.
Las limitaciones actuales del IMC en la evaluación de la salud
Grupos específicos mal evaluados por el IMC
Las mujeres embarazadas y otros grupos específicos, que no corresponden a la población estándar de estudio, también son mal evaluados por este índice. En estos casos, el uso del IMC puede llevar a conclusiones erróneas sobre su estado de salud.
Estudios que subrayan la falta de relevancia del IMC
Señales tempranas de obsolescencia
Investigaciones recientes, como las publicadas en JAMA Network Open en 2023, resaltan las limitaciones del IMC para evaluar la salud metabólica. Investigadores chinos y estadounidenses encontraron que una fórmula única para clasificar a todos los adultos produce resultados poco confiables al no tener en cuenta las diferencias individuales.
Nuevos indicadores: ¿Hacia un reemplazo del IMC ?
Alternativas emergentes al IMC
Frente a las crecientes críticas al IMC, se están planteando varias alternativas. La evaluación de la composición corporal mediante el análisis de masa grasa y muscular, la medición de la circunferencia de la cintura o incluso la evaluación de la distribución de grasa a través de imágenes médicas parecen ser métodos más adecuados para estimar los riesgos asociados a la salud.
Por qué considerar enfoques alternativos para evaluar la salud
Efectos psicológicos de la generalización del IMC
El uso generalizado del IMC también puede tener efectos negativos, como la estigmatización y los trastornos alimentarios. Debido a su simplicidad, el IMC puede distorsionar la imagen de la salud corporal, causando complejos físicos en aquellos cuyo peso es considerado excesivo según las normas establecidas.
Para concluir, aunque el IMC sigue siendo una de las herramientas más conocidas para medir el peso y la salud, cada vez se le considera más insuficiente y potencialmente obsoleto. Con el avance del conocimiento sobre la salud humana, parece crucial redefinir las herramientas y normas utilizadas para evaluar eficazmente a los individuos de manera integral y respetuosa. El diálogo continúa entre los profesionales de la salud sobre cuál es el mejor camino a seguir, pero una cosa está clara: la salud no se puede reducir a un simple número.
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