El profesor de matemática, Gerson Ames Gaspar, carga una pizarra y un caballete, de tubos de PVC, todos los días para visitar la casa de sus alumnos, del colegio Mariscal Cáceres, en la región de Huancavelica, que no tienen los medios para recibir clases virtuales y puedan seguir aprendiendo durante el estado de emergencia por la COVID-19.
A su cargo tiene 120 escolares y cada día llega a la casa de 5 estudiantes en promedio, su peregrinaje educativo inicia a las 11 de la mañana y culmina a las 3 de la tarde en el distrito de Daniel Hernández, provincia huancavelicana de Tayacaja.
“No soy el único docente que llega a la casa de sus alumnos, muchos de mis colegas anónimamente lo hacen a nivel nacional”, dijo Ames.
Las visitas empezaron la semana pasada, después que el Gobierno autorizó que los menores de 14 años salgan de sus casas, pidió a sus alumnos croquis para llegar donde cumplen la cuarentena por lo que debe caminar por chacras y faldas de cerros.
Cuando llega donde sus alumnos respeta los dos metros de distancia y el uso de mascarilla.
“Cuando uno va no solo enseña matemática, también enseña a usar la mascarilla, el lavado de manos, el distanciamiento y los cuidados que deben tener”, comentó el docente
Gersón Ames tiene 16 años de maestro y asegura que la Educación le ha dado mucho, por lo que una forma de retribuirlo es haciendo este recorrido diario
“Mis alumnos son futuros ingenieros, incluso científicos en potencia. La falta de recursos económicos los ha alejado de las clases, mi labor es recuperar a eso genios”, contó.
Asegura a sus 46 años de edad cuando dicta sus clases, se siente de la misma edad que sus estudiantes. “Es triste no poder compartir con ellos en aula pero, todos saldremos de esta situación”, añadió.
El año pasado fue nominado al Global Teacher Prize, premio considerado como el “Nobel de Educación” y aunque no calificó a la etapa final, sigue siendo uno de los profesores modelo del país.
Créditos: RPP
