Al amanecer el día enfrentan dura faena y valientes en su barca arremetiendo las aguas
profundas y misteriosas de sal y verde pintadas, en su vientre guardan siempre ese pan que les aguarda.
Barca pequeña se hamaca frágil figura que marcha, valiente cómo sus dueños el camino que le marca, rudo hombre fuerte semblanza de mirada firme y fuerte, fuerte cómo su esperanza
cada día es un misterio, misterio que va y avanza por los senderos del tiempo que su futuro les marca.
Todo el año salen siempre sin temor a lo que pase, febrero de sol radiante julio de frío y de calma, sintiendo sólo el deseo de encontrar su pan navegan, para hacer jornal buscado con valentía y con calma.
Salen desde la mañana sin saber cuando regresan y en su vida todo es simple cómo el tiempo que depara…
Quedan los Recuerdos de toda la familia al pescador ileño Juan Carlos Soto Mamani quién tendrá cristiana sepultura al ser encontrado su cuerpo por sus compañeros hombres de mar en Punta Picata, tras naufragar la embarcación donde cumplía su faena de pesca para llevar el pan a su hogar.