A pesar de la crisis que vivimos debido a la pandemia, los seres humanos todavía somos capaces de hacer nobles acciones por otras personas sin esperar nada a cambio. Esto ocurrió en Oaxaca, México, cuando la empleada de una tienda de calzado le obsequió un par de zapatos a un adulto mayor. La historia no tardó en llegar a redes sociales como Facebook donde este relato se convirtió en tendencia.
Pidiendo un par de zapatos donados
El suceso tuvo lugar en la tienda Coppel, ubicada en el centro de la mencionada ciudad. A dicho establecimiento ingresó un abuelito pidiendo que, por favor, le pudieran donar zapatos viejos que nadie requiera ni que estén a la venta.
¿Por qué hizo este pedido? El hombre explicó que se dedica a vender utensilios de madera, pero lo cierto es que este rubro no le permite ganar mucho dinero, por lo que, para poder caminar por la ciudad le urgían zapatos para seguir vendiendo
Una buena samaritana
Es aquí donde aparece Aurelia Santiago, la persona que recepcionó la petición del anciano por lo que, conmovida con su relato, le explicó muy a su pesar que no podía entregarle mercancía de la tienda, sin embargo, la mujer se negó a que el hombre dejara el establecimiento sin recibir ayuda.
¿Cuál fue su idea? Contarles a sus compañeros de trabajo al drama que atraviesa el abuelito y proponerles juntar dinero entre todos para poder pagar nuevos zapatos para el sujeto. Su idea caló en los demás trabajadores quienes hicieron sus respectivas donaciones y lo que faltaba ella lo completó con su propio dinero
Aurelia se gana el respeto de todos
Reunido el dinero suficiente, compró los zapatos, para luego entregarlo al hombre cuyo preciso momento fue captado en imágenes y compartido en redes sociales como Facebook, por ejemplo, por el usuario Fernando Novell, el cual lo relata de la siguiente manera:
“Un señor de bajos recursos entró a una tienda preguntando ‘¿Regalan zapatos usados?’ por lo cual le contestaron que no, el señor se quedó sin zapatos y salió triste de la tienda”, dice el primer párrafo de la publicación.
Acto seguido, revela que se le acercó la mencionada vendedora y le preguntó: “¿Qué era lo que quería señor?”, a lo que explica las acciones de la mujer: “Inmediatamente, decidió que ella le compraría los zapatos a esta persona, así que fue a alcanzarlo para darle la noticia: ‘usted tendrá zapatos nuevos’”.
“Con este acto de bondad logró que la gente que estaba cerca viendo la acción también se solidarizaran y cooperen para el par de zapatos (…) un acto de bondad es un espiral que, tarde o temprano, regresa a ti”.
Desde entonces, la publicación en Facebook ha acumulado más de 42 mil me gusta, 11 mil veces compartidos y comentarios que están cerca a los 3 mil, en los cuales los usuarios no solo le dan bendiciones a Aurelia, también le aseguran que su buena acción, en un momento u otro, le será retribuida.