El dolor y sufrimiento de la pandemia en Ilo va dejando más de 50 fallecidos. Son centenares de familias que perdieron a sus seres queridos en una cama de hospital, en un pasillo, en una silla de ruedas o en sus domicilios.
Hay llanto, impotencia de no poder hacer nada para salvar a la persona que tanto amas y que hoy necesita de una cama UCI, de un ventilador, que tampoco hay en Ilo, para que luche de igual a igual contra este enemigo. Pero tampoco hay médicos especialistas y los que se tienen ya no se dan abasto para atender cada vez a más personas que ingresan con esta enfermedad.
Los familiares viven angustiados y al amanecer reciben malas noticias, en otras alentadoras. En la mala, comunican el fallecimiento del paciente y ahi empieza otro calvario para las familias porque no podrán ver o despedirse de su ser querido por los protocolos establecidos. Es la funeraria quién se encarga de darle la abrupta sepultura donde a propósito solo diez familiares pueden ingresar al cementerio.
La historia que compartiremos con ustedes es real y tenemos la autorización para poder emitirla, con el propósito de crear conciencia y frenar la cadena de contagio que muchos están llevando a casa. Hoy hablaremos del padre e hijo que contrajeron la enfermedad, pero solo uno sobrevivió y hoy cuenta su testimonio de vida.
Los primeros días de julio, Fredy Herbert Rafael Calli (45), junto a su padre presentaron los primeros síntomas del Covid 19 con mucha agresividad que tuvieron que ingresar a emergencia del hospital de Essalud para quedar hospitalizados. Fue el 10 de julio que mi padre y yo estábamos en una cama con oxígeno inducido, porque teníamos dificultad para respirar. Mi padre estaba a mi lado y él no paraba de mirarme cada vez que volteaba y cuando no lo hacía, era yo quién le estiraba la mano para tocarlo, pero sin poderlo hacer le empuñaba la mano como diciendole que saldríamos de esto.

Los días pasaban y ninguno tenía mejoría, empezamos a saturar bajo y el rostro del personal médico y enfermeras que nos atendían era de evidente preocupación. Mi padre empezó a empeorar, pese al tratamiento con inyectables que le daban, yo lo miraba mal y de pronto lo llevaron a otro ambiente donde no pude verlo más. Quería ir hacia el, pero no podía moverme mucho porque me cansada y agitaba demasiado, no sabia como saldría mi padre de esto y eso generaba en mi más sufrimiento y dolor en mi corazón.
Recordaba mi infancia cuando mi padre me criaba, educaba y formó lo que soy ahora, un profesional y emprendedor. De pronto cuando más necesitaba escuchar y saber de él, el 16 de julio me comunicaron que mi señor padre dejó de respirar, había recién fallecido y en ese momento me desconsole en lagrimas por el dolor de mi familia que llevarían. Ore a Dios como nunca antes y le pedí que me permita vivir, porque tengo mi hijito y porque deseo contar mi testimonio para que muchos al leerlo valoren la vida, a sus padres y cuiden a sus familias.
Pasaron varios días desde que mi padre falleció y día a día me llenaba de valor y milagrosamente empezaba a recuperarme, era increíble hasta que me sacaron el oxígeno porque ya saturada bien. Ya podía moverme, no puedo quejarme de la atención. Me atendieron muy bien en Essalud Ilo, agradezco a todo el personal médico, enfermeras por sus cuidados. Hasta que llegó el día 22 de julio que me dijeron: “Señor Fredy’ usted es un hombre roble y fuerte”, hoy le daremos de alta y podrá irse a casa. ‘Había ganado la batalla’, emocionado nos relata en diálogo para El Puerto Noticias.
He vuelto a nacer y quiero agradecer a Dios por esta nueva oportunidad de vida que me está dando para empezar de cero, agradeciendo a mis hermanos y familiares que estuvieron conmigo. A ‘Sandrita’, por su amor y dedicación para conmigo. Hoy sábado 25 de julio estoy en casa alimentadome bien, como ‘Oso’, que cariñosamente me llaman las amistades y quien me conoce.


Fredy Herbert Rafael Calli es ileño, Ingeniero pesquero de profesión y hoy por hoy tiene su empresa con el nombre de Tecserm, que brinda diversos servicios en metal mecánica a mineras y empresas de la región. Su familia vive en el pueblo joven de Miramar, y ahora goza de buena salud por la gracia y misericordia de papá Dios que fue sanado, pese a que tuvo conmorbilidad de obesidad para este virus letal.
¡Cuída porfavor a los que están en casa y que no salen, pero que sin embargo terminan siendo contagiados por tu irresponsabilidad que tuviste con los amigos, en reunirse, beber, hacer parrilladas, fiestas, en tener relaciones sexuales donde indefectiblemente hay contacto directo boca a boca. Evita todo, TODO. Gracias.
Créditos: EPN