El 29 de Junio de cada año celebramos la Festividad de San Pedro y San Pablo. Hablar de San Pedro es hablar del pescador, por lo tanto nos lleva a pensar en todos los hombres de mar y todos los pueblos que viven alrededor de la costa peruana.
La vida del pescador es muy sacrificada, estar horas, días, semanas y muchas veces meses fuera de la familia, buscando con mucha fe y esperanza de llevar a buen puerto una buena pesca, arriesgando su vida por el clima del mar, pasar frío, lleva a ver al pescador como una persona admirable y digna de ejemplo para muchos jóvenes y niños.
La vida de San Pedro nos ayuda a acercarnos más a Jesús, él subió a la barca de Pedro y juntos mar adentro, obtuvieron una pesca maravillosa que tuvieron que buscar más embarcaciones porque no podían más.
Jesús elige al hombre sencillo y humilde de mar, como Cabeza de la Iglesia. Es un día para rezar por quien representa a San Pedro, el Papa Benedicto XVI. «Donde esta Pedro, esta Cristo». Que sea un día para unirnos más a la Iglesia que nos cuida y protege nuestra vida espiritual, Iglesia que el mismo Cristo la fundo, porque todos necesitamos de la gracia de Dios que da paz y fuerza espiritual.

Lo que hace grande al ser humano es reconocer nuestros errores para mejorar, por ello los sacramentos dejados por Cristo son las herramientas para superarnos cada día y llegar un día al cielo.
