La anciana fue recibida por una trabajadora del comedor, quien la ayudó a bajar las dos bolsas llenas de productos que ella misma siembra en su terreno.
En medio de la pandemia por el coronavirus, las personas que menos tienen son las que más dan. Este fue el caso que sucedió en el comedor popular de Pimpungos, en la región Cajamarca, cuando una amable anciana ingresó al lugar cargando dos bolsas con productos agrícolas para las personas que cumplen aislamiento por el coronavirus.
«Aquí les traigo algunas cositas», fueron las palabras de doña Albertina Flores Gonzáles, una dulce y simpática abuelita de la comunidad de Los Claveles, que llegó al comedor comunitario para colaborar con las personas que cumplen el aislamiento social para evitar más contagios de COVID-19.
En ese momento, la anciana fue recibida por una trabajadora del comedor, quien la ayudó a bajar las dos bolsas llenas de productos que ella misma siembra en su terreno.
«Disculpen que no traiga más, porque vengo caminando», dijo doña albertina.
Después de recibir la generosa donación, invitaron a doña Albertina a almorzar. Asimismo, le prometieron de volverla la visita a su comunidad, promesa que se cumplió una semana después.
«Esta es la historia de doña Albertina, ejemplo de lucha, esfuerzo y sacrificio. Que Dios lo bendiga y proteja por siempre. Porque estas acciones parten el alma y dejan sin palabras», concluyó el trabajador municipal.
Créditos: Caretas