La funeraria Piedrangel contrató a Jhoan Faneite, Luis Brito, Alexander Carballo y Luis Zerpa, cuatro venezolanos que han visto en la pandemia una nueva oportunidad de trabajo.
Una funeraria peruana tuvo la iniciativa de contratar a ciudadanos venezolanos —quienes quedaron completamente en el desamparo por la cuarentena para frenar el COVID-19— para que recojan los cadáveres de peruanos que han fallecido producto del coronavirus.
La funeraria Piedrangel contrató a Jhoan Faneite, Luis Brito, Alexander Carballo y Luis Zerpa, cuatro venezolanos que han visto en la pandemia una oportunidad de trabajo.
Pese a haber iniciado las medidas de aislamiento antes que muchos otros países de la región, Perú ha escalado en la lista mundial de casos confirmados, ocupando el puesto 12, por encima de China Continental y debajo de la India.
Los peruanos están muriendo en sus casas, principalmente en zonas cercanas a grandes mercados de alimentos, que se han convertido en focos de contagio a nivel nacional.
A través de una serie de imágenes se retrata el trabajo de estos hombres, quienes tienen que acudir desde zonas pudientes hasta zonas pobres de Lima, para recoger a presuntos muertos por COVID-19, todos debidamente equipados con sus trajes de bioseguridad y mascarillas.
Estos extranjeros realizan un trabajo incansable de lunes a domingos, incluso de madrugadas, frente a la cifra de muertos que se ha disparado en el país.
Estos trabajadores se encargan del recojo y traslado de los restos de estas personas a los crematorios y cementerios de la capital. Luego de su faena, reciben una desinfección completa.
Créditos: Perú 21


